El año pasado presenté a este granado que me regaló un familiar en octubre de 2019 y mostré su evolución hasta mayo de 2020; mostré la poda, el alambrado y el sistema de abonado que seguí. En aquel entonces dudé si trasplantarlo a un sustrato mejor o no y al final no lo hice.
Pero por fin este año ha llegado su momento.
Así es como se encontraba momentos antes del trasplante.
Cuando lo saqué de la maceta el sistema radicular que me encontré no era nada del otro mundo pese a que estoy seguro que llevaba varios años allí, pero lo mas probable es que esa tierra negra no era lo más favorable para su crecimiento.
Lo primero que hice fue quitar la tierra de la superficie y desenterrar hasta encontrar las primeras raíces para dejarlo al descubierto. Después seguí por la parte inferior quitando prácticamente toda la tierra y desenredando el cepellón.
Como es un árbol que permite cortar sin mucho miedo gran parte de las raíces eso fue lo que hice y como muestro le dejé muy poquitas y solo conserve esa parte del sustrato viejo para curarme en salud.
Mi intención era trasplantarlo a colador puesto que es un árbol joven al que le queda mucho crecimiento por delante y muchas raíces que desarrollar, sobre todo después de la poda que le he realizado, pero en ese momento no tenía ninguno por lo que tuve que reutilizar una antigua maceta.
Como sustrato nuevo he utilizado lo que suelo usar habitualmente, akadama y kiryu 70-30%.
Comments